No hay partido de la AVIVA en los últimos años que supere la emoción del derbi de las East Midlands. Los últimos choques Tigers - Saints nos han traido de todo: La cruzada de los Tuilagis contra Ashton, un memorable derbi en Welford Road que resolvió Agulla en los últimos segundos y cómo no, la final del año pasado, con la roja de Hartley antes del descanso y la corona que volvía a Leicester. Este año, los Saints venían con ganas de venganza.
Y es que la semana previa al partido tuvo muchos puntos de discusión, desde la sanción a Cockerill que aún se mantiene en pie y cómo iba a afectar la ausencia del míster al equipo, al poderoso inicio de temporada de nuestros vecinos, con la primera visita de George North a Welford Road en su carrera deportiva. Pero sin duda, y desgraciadamente, como estamos acostumbrados en los inicios de temporada últimamente, las ausencias fueron el punto más hablado.
Ya no es sólo la "maldición de los Lions" con Tom Croft fuera para toda la temporada, Manu Tuilagi para un mes y Geoff Parling ausente en el 23 inicial. Ahora se une la lesión a largo plazo de Steve Mafi (que cubría la baja de Croft), la prolongación de la lesión de tobillo de Matt Tait y la baja por estupidez de Ryan Lamb, que tras una pelea el lunes con el segundo equipo donde recibió la roja y una sanción, consiguió romperse la mano al dar un puñetazo al rival. Muy típico de Lamb. A esto unimos otras bajas como la de Rob Hawkins, o un Gonzalo Camacho que ya veremos cuando puede hacer su debut.
Así pues Cockerill y Burke ponían un 15 con algunas variaciones pero sin duda bastante fuerte. En el paquete entraba un Kitchener en el 5 que nos tiene acostumbrados a una alta carga de trabajo durante los 80 minutos, y seguía manteniendo la titularidad Jordan Crane en favor de un no sabemos por qué denostado Thomas Waldrom, al que fuentes cercanas al club situan fuera de Welford Road a final de temporada. Ciertamente, y ayer se volvió a demostrar, Waldrom ofrece mucho más en el 8 que Crane, pero parece que este último goza del favor de Richard. Nuestro nuevo zaguero norteamericano Blane Scully cubría el ala para que Goneva vista el 13 en ausencia de Manu, como lleva haciendo los últimos partidos. Y por último la pareja Flood-Youngs, o como se le conoce en Leicester, Toben, hacía su segunda aparición seguida esta temporada. Así pues no era mal comienzo ante un lleno total en casa para un derbi de altura.
La primera parte fue un cúmulo de despropositos por nuestra parte, con los Saints llevando el peso del partido aunque tampoco sin mucha brillantez, y sólo la melé conseguía devolvernos posesión y territorio, algo que no supimos transformar en puntos, estando Tobías algo desacertado con la bota los primeros 40 minutos. No así Myler, que transformó todo lo que pateó, y así consiguió poner por delante a Northampton durante todo el partido. Los tres cuartos locales no funcionaban, con un Ben Youngs tardando mucho en sacar el óvalo de la base del ruck y un Toby Flood con décimas de segundo para pensar por culpa de la defensa Blitz que Malinder le había preparado como suele hacer los últimos años.
Esa primera parte terminó con un exiguo 6-9, y malas sensaciones para Tigers, más aún sabiendo que no estaría Cockerill en el vestuario para aplicar la técnica Fergusoniana del secador de pelo. La segunda parte empezó aún peor, con un aluvión de ataques por parte de los Saints que comenzaban a utilizar un poco más al joven North. Minuto 46 y Corbisiero conseguía anotar tras un periodo extendido de presión y una defensa un tanto blanda. Myler seguía pateando y en el minuto 66 las cosas tenían muy mala pinta, con un 9-19 y otro ensayo bien anulado a los Saints por no poder posar sobre la zona de marca.
Es ahí cuando reaccionó Leicester, con dos cambios muy significativos: Ben Youngs dejaba paso al francés David Melé, y Anthony Allen, un poco apagado, le cedia el primer centro a Dan Bowden. A partir de este momento, y con la melé como punto principal de ataque los tres cuartos comenzaron a jugar mucho mejor. Melé se movía eléctrico de ruck en ruck, sin esperar tan siquiera a que un compañero lo defendiese para volver a mover el óvalo. Esta rapidez le dió más tiempo a Flood para encontrar desajustes y huecos en la buena defensa de Northampton y comenzaron a aparecer más y más agujeros. Las 24.000 almas pusieron de su parte para crear esa familiar sensación de axfisia en Welford Road para el equipo visitante: Sabes que tienes una buena ventaja en el marcador pero los Tigers se lanzan una y otra vez contra tí, y sientes que acabarán anotando.
Y casi siempre lo hacen. En el minuto 70 Flood sumaba 3 para acercar a tiro de try el marcador, 12-19, y a partir de ahí sólo un par de errores en el último pase por parte de Crane y Slater evitaron que el ensayo llegara antes. En unos minutos de "ataque total" el encargado de posar en línea de ensayo era el propio Ed Slater en el minuto 75, Flood sumaba los dos de rigor y el marcador se quedaba 19-19. Si diez minutos antes al equipo y a la afición le habría parecido un respiro el empate, ahora todos queríamos más, y Northampton parecía estar en un callejón sin salida. Con casi el tiempo cumplido, a Dylan Hartley le podía la presión con un saque de lateral parcial a cinco metros de su línea de ensayo y teníamos una jugosa melé por explotar, ya fuera para golpe de castigo, para ensayo de castigo o para un buen asalto final. Pero tras un buen empuje, Crane perdió el control de la bola y todo se acabó en un coitus interruptus.
El análisis es bueno, la conclusión es muy positiva: Incluso en los días que peor funciona el equipo, y ante los rivales más fuertes, Leicester tiene un quinto elemento que le hace pelear hasta el final por los partidos. Y eso consigue que en días como ayer, donde Northampton probablemente se merecía más, se encuentre con unos 20 últimos minutos de un Leicester enrabietado. Un empate 19-19 que nos deja arriba en una cita complicada.
El día concluyó con el anuncio en fuentes secundarias del fichaje del puma Pablo Matera, que sin duda cubrirá muy bien las bajas de Croft y Mafi en el 6 y el 7. Si a eso sumamos el fichaje de Gibson, parece que nuestra tercera línea se mantiene sólida. También es agradable ver como Youngs tiene un buen rival por el 9, ya que la lucha por la camiseta de titular elevará el nivel de ambos medios, todo en beneficio del grupo. Por último, el premio para el mejor placador del encuentro se fue Crane, con 14 placajes sin fallo, mientras que Floody y Salvi se quedaron con 12.
Ya no es sólo la "maldición de los Lions" con Tom Croft fuera para toda la temporada, Manu Tuilagi para un mes y Geoff Parling ausente en el 23 inicial. Ahora se une la lesión a largo plazo de Steve Mafi (que cubría la baja de Croft), la prolongación de la lesión de tobillo de Matt Tait y la baja por estupidez de Ryan Lamb, que tras una pelea el lunes con el segundo equipo donde recibió la roja y una sanción, consiguió romperse la mano al dar un puñetazo al rival. Muy típico de Lamb. A esto unimos otras bajas como la de Rob Hawkins, o un Gonzalo Camacho que ya veremos cuando puede hacer su debut.
Así pues Cockerill y Burke ponían un 15 con algunas variaciones pero sin duda bastante fuerte. En el paquete entraba un Kitchener en el 5 que nos tiene acostumbrados a una alta carga de trabajo durante los 80 minutos, y seguía manteniendo la titularidad Jordan Crane en favor de un no sabemos por qué denostado Thomas Waldrom, al que fuentes cercanas al club situan fuera de Welford Road a final de temporada. Ciertamente, y ayer se volvió a demostrar, Waldrom ofrece mucho más en el 8 que Crane, pero parece que este último goza del favor de Richard. Nuestro nuevo zaguero norteamericano Blane Scully cubría el ala para que Goneva vista el 13 en ausencia de Manu, como lleva haciendo los últimos partidos. Y por último la pareja Flood-Youngs, o como se le conoce en Leicester, Toben, hacía su segunda aparición seguida esta temporada. Así pues no era mal comienzo ante un lleno total en casa para un derbi de altura.
La primera parte fue un cúmulo de despropositos por nuestra parte, con los Saints llevando el peso del partido aunque tampoco sin mucha brillantez, y sólo la melé conseguía devolvernos posesión y territorio, algo que no supimos transformar en puntos, estando Tobías algo desacertado con la bota los primeros 40 minutos. No así Myler, que transformó todo lo que pateó, y así consiguió poner por delante a Northampton durante todo el partido. Los tres cuartos locales no funcionaban, con un Ben Youngs tardando mucho en sacar el óvalo de la base del ruck y un Toby Flood con décimas de segundo para pensar por culpa de la defensa Blitz que Malinder le había preparado como suele hacer los últimos años.
Esa primera parte terminó con un exiguo 6-9, y malas sensaciones para Tigers, más aún sabiendo que no estaría Cockerill en el vestuario para aplicar la técnica Fergusoniana del secador de pelo. La segunda parte empezó aún peor, con un aluvión de ataques por parte de los Saints que comenzaban a utilizar un poco más al joven North. Minuto 46 y Corbisiero conseguía anotar tras un periodo extendido de presión y una defensa un tanto blanda. Myler seguía pateando y en el minuto 66 las cosas tenían muy mala pinta, con un 9-19 y otro ensayo bien anulado a los Saints por no poder posar sobre la zona de marca.
Es ahí cuando reaccionó Leicester, con dos cambios muy significativos: Ben Youngs dejaba paso al francés David Melé, y Anthony Allen, un poco apagado, le cedia el primer centro a Dan Bowden. A partir de este momento, y con la melé como punto principal de ataque los tres cuartos comenzaron a jugar mucho mejor. Melé se movía eléctrico de ruck en ruck, sin esperar tan siquiera a que un compañero lo defendiese para volver a mover el óvalo. Esta rapidez le dió más tiempo a Flood para encontrar desajustes y huecos en la buena defensa de Northampton y comenzaron a aparecer más y más agujeros. Las 24.000 almas pusieron de su parte para crear esa familiar sensación de axfisia en Welford Road para el equipo visitante: Sabes que tienes una buena ventaja en el marcador pero los Tigers se lanzan una y otra vez contra tí, y sientes que acabarán anotando.
Y casi siempre lo hacen. En el minuto 70 Flood sumaba 3 para acercar a tiro de try el marcador, 12-19, y a partir de ahí sólo un par de errores en el último pase por parte de Crane y Slater evitaron que el ensayo llegara antes. En unos minutos de "ataque total" el encargado de posar en línea de ensayo era el propio Ed Slater en el minuto 75, Flood sumaba los dos de rigor y el marcador se quedaba 19-19. Si diez minutos antes al equipo y a la afición le habría parecido un respiro el empate, ahora todos queríamos más, y Northampton parecía estar en un callejón sin salida. Con casi el tiempo cumplido, a Dylan Hartley le podía la presión con un saque de lateral parcial a cinco metros de su línea de ensayo y teníamos una jugosa melé por explotar, ya fuera para golpe de castigo, para ensayo de castigo o para un buen asalto final. Pero tras un buen empuje, Crane perdió el control de la bola y todo se acabó en un coitus interruptus.
El análisis es bueno, la conclusión es muy positiva: Incluso en los días que peor funciona el equipo, y ante los rivales más fuertes, Leicester tiene un quinto elemento que le hace pelear hasta el final por los partidos. Y eso consigue que en días como ayer, donde Northampton probablemente se merecía más, se encuentre con unos 20 últimos minutos de un Leicester enrabietado. Un empate 19-19 que nos deja arriba en una cita complicada.
El día concluyó con el anuncio en fuentes secundarias del fichaje del puma Pablo Matera, que sin duda cubrirá muy bien las bajas de Croft y Mafi en el 6 y el 7. Si a eso sumamos el fichaje de Gibson, parece que nuestra tercera línea se mantiene sólida. También es agradable ver como Youngs tiene un buen rival por el 9, ya que la lucha por la camiseta de titular elevará el nivel de ambos medios, todo en beneficio del grupo. Por último, el premio para el mejor placador del encuentro se fue Crane, con 14 placajes sin fallo, mientras que Floody y Salvi se quedaron con 12.