Y habrá para el que todo empezó con un nombre: Stirling. Y un apellido imponente, como su figura: Mortlock. Habrá incluso los que le recuerden con pelo. Quizá lo vieron por primera vez con sus Brumbies. O quizás lo vieron con los Wallabies. Da igual, aquellos, a los que se les aceleró el corazón la primera vez que le vieron jugar, hoy se sientan a recordar, perdidos en la infinidad del youtube y el baúl de los recuerdos.
Brumbies y Wallabies siempre despertaron la misma sensación en el espectador. Una descarga eléctrica, al ritmo de AC/DC, esa velocidad desenfrenada que sólo se puede comprender con un 'solo' de Angus Young en tu propia cara. Ese descaro, esa diversión de doble filo con la que todo 'aussie' nace y que es marca registrada. Una manera de enfrentarse a la vida. Y allí, haciendo 'autostop' en la 'Autopista hacia el Infierno' nació Stirling Mortlock, un 20 de Mayo de 1977. A los cuatro años, 'Snorky' ya corría con el óvalo, primero en Linfield, más tarde en King's School y finalmente en Gordon Juniors. Quemó todas sus etapas como quemaba la hierba por la que corría desbocado hacia la zona de marca rival. y así, como un relámpago, 1977 se convirtió en 1988, y 'Snorky' pasó a ser Stirling Mortlock, nuevo jugador de los Brumbies. Primer partido, con un número inusual a la espalda… un '15'. Y dos años más tarde, en 2000, llegaría, ante Argentina, un debut, un primer 'cap' al que seguirían muchos, casi infinitos.
Quédense con ese año: 2000. Primer 'cap' con Australia. Primer partido contra los 'All Blacks'. ¿Qué partido? Muchos ya conocen la respuesta. Mortlock no sabía, cuando sus ojos no podían apartar la vista de aquella 'haka' que contemplaba por primera vez desde el césped, que aquel 15 de julio iba a ser especial no sólo para él sino para todo el mundo ovalado en el que vivimos. Mortlock se batió por primera vez contra la marea negra en el 'Partido del Siglo' -no tenéis más que echar un vistazo a la 'Historia Marca' que encabeza esta página. Minutos más tarde de aquella primera 'haka' en directo, Mortlock probaba el amargo sabor de una derrota con el marcador en rojo y, pese a su gran partido con ensayo incluido, Jonah Lomu posó el óvalo.
Pero el destino le guardaba una sorpresa. Al final de aquel Tri Nations, contra Sudáfrica, el joven centro se encontró frente a un oval posado en un 'tee', en la línea de cinco a la izquierda de los palos, con la responsabilidad de meterlo para llevarse el título. Y los que ya conocemos a Stirling de tantos años, aunque no supiéramos lo que iba a pasar, sonreímos igual, porque sabemos que a Mortlock nunca le tembló el pulso, ni siquiera en aquellos primeros años. ¿Qué pasó? Lo que tenía que pasar. Mortlock la metió, Australia ganó el primer Tri Nations de su historia. Su futuro con los Wallabies había quedado firmado muy pronto. Acabó 2000 y la contundencia y esa habilidad para definir de Stirling quedaban claras: se había convertido en el jugador que más rápido había sumado primero 50 y después 100 'test points'.
Como si de una cinta de vídeo se tratase, pasamos a toda velocidad a 2003, a las semifinales de aquel Mundial en casa... y otra vez los hombres de negro enfrente. Y una vez más, su nombre se pronunció bien alto, cuando interceptó un balón que viajaba de apertura a centro y corrió a sellar el billete de salida de aquellos 'All Blacks'. En palabras del propio Gregan aquel día: "Four more years boys, four more years". En realidad, serían ocho. Le damos al 'fast forward' otra vez y paramos en 2004, donde releva a George Gregan como capitán Brumbie, y en 2006 donde hace lo propio con la capitanía de los 'Wallabies'. Otra cifra que habla de su gran talento como 'matador' es que a día de hoy sigue siendo el máximo anotador en la historia de la entidad y máximo anotador de la historia del Super Rugby. En 2010 se escribió otro capítulo, siendo Mortlock el primer capitán del recién salido de astilleros Melbourne Rebels, otra marca más que pasaría a la historia del rugby.
Y en mitad de todas esas páginas, esos capítulos y esos episodios, una constante: las lesiones. Pero Mortlock siempre se negó a que algo que no estaba en su mano decidiese su camino: "A lo largo de mi carrera" explica Stirling, "me he perdido tramos enteros de temporada, partidos importantes. Es frustrante en ocasiones pero viene incluido en el trato. Lo positivo es que cada vez que me lesionaba ya sabía el camino para volver". ¿Y cuál era ese camino?, me pregunto. "Fuerza mental y carácter", aclara Mortlock. "¡Ah, sí! También muchísimo trabajo y determinación". Y sin darse cuenta, Mortlock se ha descrito a sí mismo, en cuatro atributos que nos permitirían dibujarle ante un desconocido: fuerza, carácter, trabajo duro y determinación.
Y así, la última página del libro tiene como fecha 2012 y este recorrido lo he querido hacer a su estilo, rápido y contundente, una descarga de adrenalina en el espectador y una descarga violenta en aquellos que le placaron... o que al menos lo intentaron. "No es un secreto que aún disfruto de este deporte, es más el cuerpo que otra cosa", dice Stirling, pero se va con 103 kilos de respeto dentro y fuera de los terrenos de juego, más de cien 'caps' con los Brumbies y casi un centenar con los 'Wallabies'. ¿Cuánto duran cien 'caps'? Seguro que allí, en Australia, los 'caps' no se miden con tiempo, sino con carreras y 'off loads' irreverentes, como escuchar a AC/DC, ahí mismo, en el salón de tu casa. ¡Hasta siempre, Stirling!